El Sol de Invierno fue el tercer disco de Niños Mutantes. Tras dos álbumes en los que ya demostraron que su calidad era incuestionable, éste tercer LP los asentó en la primera división de la música alternativa, gracias a un sonido propio y a una personal voz poética.

Quizás el oyente descubra en sus canciones el palpitar indolente e imperfecto que ha caracterizado la música de los noventa, pero puede que tal vez encuentre, en una pirueta pendular de la historia de los sonidos, algunos ecos cómplices de los grupos españoles de los sesenta.
Cada una de sus canciones se dirige a la formulación de una vivencia, acaso compartible con el resto de los mortales. No hay ejercicios teóricos, masturbaciones mentales ni distorsiones psicopedantes; son experiencias, imágenes sonoras y literarias fugaces.

Pioneros en la edición digital, publicaron las primeras 1.000 copias en un formato doble CD y DVD con las vídeo-creaciones de jóvenes realizadores de toda España, que bajo la coordinación de Benet Román se encargaron de llevar al lenguaje audiovisual cada una de las canciones de este magnífico Sol de Invierno. La edición se agotó en un par de meses y a día de hoy es objeto de culto entre el indie patrio para los que tuvimos la suerte de hacernos con uno