Catorce canciones con un extraño denominador común en la falta de sueño y de luz, con guitarras que evocan los western y a Morricone, que nos llevan de los Mutantes más tradicionales, los que nacieron de los Pixies, los Brincos y Nirvana, a otros que exploran el ruido a lo Wilco, que cantan nanas con aires sudamericanos o que se agitan en una pista de baile pidiendo que los quieras tal y como son. Oscuros o luminosos, en «LAS NOCHES DE INSOMNIO» llegan a lo más alto de su respetada trayectoria. Es absurdo seguir con palabras. Tienes que oír este disco.;